jueves, 9 de agosto de 2012

Más sobre "Tu Mejor Medicina". Diálogo con Pablo de la Iglesia


Comunidad "Sanación y Mente" Kier tuvo oportunidad de dialogar con Pablo de la Iglesia, autor del libro “Tu Mejor Medicina”, que se encuentra en Buenos Aires y al que le hemos dedicado un artículo esta semana (Ver la entrada anterior). Si bien las respuestas a estas preguntas están expuestas en la obra, creemos que nos acercan al pensamiento del autor y que serán de mucha utilidad para aquél que está en el momento decisivo de afrontar cambios

Pablo de la Iglesia

Pablo, son numerosas las personas que asumen de manera consciente que no se alimentan bien. Sin embargo el hábito de una dieta equilibrada resulta difícil de adquirir en un mundo complejo, cada vez más escaso de tiempo para la reflexión y el cuidado de uno mismo. ¿Cómo encarar un cambio en nuestra visión de la alimentación respecto de nuestra salud? ¿Cuál sería, desde tu perspectiva, el camino que conduce a ese cambio? ¿Por dónde comenzar?

Pablo de la Iglesia: El hábito de una dieta equilibrada se vuelve frustrante cuando nos planteamos metas alejadas de nuestra propia realidad. Debemos buscar pasos realistas y posibles, no convertirnos en ascetas o puristas de la noche a la mañana.

Un gran viaje comienza con un solo paso. Para unos será comenzar a darle importancia a la respiración, para otros la hidratación, para otro la incorporación de frutas... Hay que identificar donde estamos y dar, únicamente, el siguiente paso. Consolidarnos en él, incorporar el hábito y seguir caminando.

Dices en tus libros que en las pequeñas decisiones está la raíz de las grandes transformaciones. Cómo podemos convertirnos en agentes de ese cambio y ayudar a esa transformación a escala global que cambiaría radicalmente el actual conflicto entre el hombre y la naturaleza?

Pablo de la Iglesia: La falta de amor por la naturaleza, en definitiva, es la falta de amor por uno mismo. Si comenzamos a querernos, a respetarnos mediante una alimentación saludable, naturalmente comenzaremos a apreciar a la Madre Tierra, de la cual somos sus frutos. Por eso la buena alimentación es una forma de crecimiento interior, una posibilidad de conectar con nuestra divinidad, y no meramente una forma de cuidar el cuerpo. Por supuesto, la intensidad con que lo vivamos depende de la intención que cada uno le ponga.

Desde siempre ha sido un problema para los naturistas en general encontrar agua en estado natural. Tus observaciones sobre el agua del grifo, aún hervida, son de mucha importancia. Para quienes no tienen la alternativa de agua de napa y viven en zonas urbanas ¿El agua mineral es una opción? ¿Que hay del agua mineralizada?

El agua es un problema para nosotros porque la hemos contaminado a tal punto que debemos recurrir a mayor cantidad de artificios cada vez en orden de mantenerla potable; por otra parte estamos apegados a prácticas superadas como la cloración o la fluoración y la inercia no nos deja cambiar. ¡Necesitamos estar abiertos al cambio y hacerlo! De eso depende nuestra supervivencia. El tema del agua es complejo, porque hasta su acceso se ha mercantilizado. Con todo, en "Tu Mejor Medicina" explicamos varias formas de purificar el agua, de brindarle poder sanador, de mejorar su calidad, que serán de gran ayuda para el lector.

Gracias Pablo. Esperamos volver a dialogar contigo pronto.

miércoles, 8 de agosto de 2012

Tu Mejor Medicina. Una guía para curarte a través de los alimentos

Pablo de la Iglesia y un libro esencial para mejorar nuestra calidad de vida


“…¡Te animo a rescatar esos tesoros olvidados que están ahí para que los tomemos, los disfrutemos y los aprovechemos! Económicos, poderosos…” En esta frase está contenido el mensaje que Pablo de la Iglesia nos transmite en Tu Mejor Medicina – Una Guía para curarte a través de los alimentos.

Desde siempre sabemos que somos lo que comemos. Algunas culturas han permanecido fieles a esta premisa y mantuvieron viva la conciencia respecto de las capacidades curativas de algunos alimentos. En otros casos, como ocurre en nuestros países occidentales, la alimentación se ha ido degradando, postergada por la urgencia, el tiempo escaso y los avances de la medicina que, a fuerza de químicos, intentan restablecer el equilibrio que nosotros mismos rompemos al ingerir comida inadecuada o que actúan como paliativo al daño que nos provoca desatender esta cuestión vital.

Pablo de la Iglesia

En la medida que estos hábitos nos alejan de una vida natural aparecen voces que nos advierten de los riesgos a los que estamos expuestos. Muchas obras han tenido éxito en nuestro medio al señalar la importancia del agua o rescatar las propiedades de los alimentos en estado puro, o las facultades curativas de algunos de ellos y de hierbas y otros frutos de la naturaleza que encontramos al alcance de la mano. Sin embargo la obra de Pablo de la Iglesia –y en particular el libro que estamos comentando- tiene un componente que la vuelve imprescindible: La claridad y sencillez de su desafío. Dice el autor ¡Te animo a rescatar esos tesoros olvidados! Y a continuación uno no puede dejar de leer cada uno de los quince capítulos que conforman el libro. Muchos de sus conceptos son conocidos. En algún punto no podemos dejar de mencionar a precursores en la docencia respecto del agua como método curativo –cabría recordar a Yogui Ramacharaca y su Cura por el Agua, por mencionar un clásico- o autores que han hecho una descripción minuciosa de las increíbles potencialidades curativas del limón, el ajo o la cebolla. Pero el libro de Pablo de la Iglesia pareciera rescatar lo mejor de la alimentación natural y darle un sentido vivencial que hace que uno converse con la obra, como si el autor, sentado frente a nosotros, fuese un testimonio directo de todo cuanto nos dice. Y allí está la clave.

A de la Iglesia se le diagnosticó esclerosis múltiple en 1992, época en la que la enfermedad ya había hecho estragos en él, ocasionándole numerosas afecciones que limitaban su vida. Ese fue el disparador que lo llevaría a dejar sus estudios de Derecho y Comercio Exterior para dedicarse a la investigación de métodos naturales para la cura de enfermedades y el restablecimiento de la salud. Se convirtió entonces en Naturópata, especializandose en una serie de disciplinas que el lector encontrará descritas en la página de su Universidad Por el Despertar, que actualmente coordina.

Esta experiencia acumulada por los años, esta capacidad de hablar desde la experiencia propia, es la que le confiere a su obra un carácter excepcional, profundamente humano e íntimamente comprensible.

Algunos de los temas fundamentales desarrollados en la obra: El agua y la vida, en uno de los abordajes mejor logrados en esta temática. Pero además: Ajo, alfalfa, algas, avena y cebollas. Un maravilloso alegato sobre la miel. El secreto de la germinaciones. El jengibre, el lino y el aceite de oliva. Y, por supuesto, los cítricos. Una verdadera guía para tener a mano, siempre.