"Acupuntura: Teoría y Práctica", escrita por el Dr. David
Sussmann, es una de las obras que más ha contribuido a la difusión de ésta
técnica milenaria en nuestro país y en Hispanoamérica. Su nombre proviene del
latín (acus - aguja / punctura – punzada) y fue llamada así
por los misioneros jesuitas que
observaron y describieron el método cuando visitaron China en el siglo XVIII.
Su nombre original es Tchen-Ziú que
significa simplemente Aguja-Moxa
(este último término en referencia a una hierba utilizada en la medicina
tradicional china).
Publicado por Editorial Kier, este libro de Sussmann es un
clásico de los fundamentos de la acupuntura y una guía que ha ayudado a toda
una generación de médicos occidentales a comprender el carácter integrador de
una medicina sustancialmente diferente de la que conocemos. De hecho, la
acupuntura es la práctica más asociada a la medicina china y probablemente la
más difundida actualmente en el mundo.
En principio se nos muestra como un procedimiento
terapéutico aparentemente sencillo, que consiste en la introducción de agujas
metálicas o la estimulación calórica de determinados puntos del cuerpo. Sin
embargo, tras esta aparente sencillez se oculta uno de los sistemas
biointegradores más fascinantes, al que Sussmann describe como una formidable estructura lógica, una vasta
construcción de perspectiva cósmica cuyas partes ajustan entre sí como un
mecanismo de precisión…
¿Cómo se ha llegado a desarrollar este método? Sussmann cree
que es el resultado de una observación paciente del ser humano y de la
aplicación meticulosa; de un empirismo metódico, transmitido y acrecentado a través
de los milenios. Pero ¿Qué son estos puntos en los que se aplican las agujas?
Estos denominados Puntos chinos están ubicados en lugares precisos y
determinados. Cuando observamos una lámina de acupuntura, lo primero que nos
llama la atención es una serie de líneas –que se denominan meridianos- que unen
series de puntos que recorren el cuerpo. Estas líneas resultan una vasta red de
circulación energética por la que fluye el Chi,
o energía universal; se los denomina King,
o vasos conductores de ese fluido. Los puntos son, en definitiva, nudos
situados a lo largo de los conductos por los que circula la energía.
Antigua lámina con los puntos y meridianos
La medicina china está profundamente imbuida de la filosofía
oriental y muy particularmente del Taoísmo, pues para los orientales la energía
-a la que denominan Chi- no es un
fluido homogéneo sino un compuesto de dos principios en permanente lucha por el
equilibrio: El Yin y el Yang. Para los orientales la enfermedad forma parte de
la salud, no existiendo un término especifico que la defina, pues la enfermedad
se produce como consecuencia de un desequilibrio entre las fuerzas del Yin y el
Yang. La mezcla proporcionada de ambos principios configura el equilibrio y,
por ende, la salud. Cuando esta mezcla es desproporcionada sobreviene el
desequilibrio y como consecuencia la enfermedad.
Los chinos –en particular los taoístas- conciben el mundo como un todo que se
relaciona entre sí, al igual que el cuerpo humano, cuyos órganos y entrañas no
funcionan aislados. Existe una idea profundamente arraigada acerca de la
inserción del ser humano dentro de un vasto concierto cósmico, en el que las
energías fluyen a través de las fuerzas de la naturaleza, insuflando de vida a
todas las especies que habitan nuestro planeta, que tampoco es considerado como
un punto aislado dentro del universo sino como parte de una red cósmica de la
cual hemos recibido la vida.
"Acupuntura: Teoría y Práctica" nos introduce en una descripción
acabada de estas ideas filosóficas porque la medicina china es una expresión de
una sociedad que ha incorporado principios espirituales, culturales y sociales
provenientes no sólo del taoísmo sino también del confucianismo y del budismo.
Sussmann describe el denominado “Cuadro de la Culminación Suprema” mediante el
cual explica la interacción de estas energías en el hombre y el universo. Este
cuadro -que resulta el marco de referencia de todo su tratado- es atribuido a
un filósofo neoconfucionista llamado Tcheou Touen yi.
Esta descripción inicial nos lleva naturalmente al estudio
del Tao, a los exagramas del I Ching, llamado El Libro de la Mutaciones, al conocimiento del hombre como producto
cósmico, a la comprensión del funcionamiento de sus vísceras y órganos para
llegar finalmente a las bases de la acupuntura tradicional.
Resistida durante muchos años por la medicina alopática
occidental, hoy la acupuntura es un método ampliamente aplicado en nuestros
países, del cual se han beneficiado millones de personas en las últimas
décadas. Sussmann se destaca en este campo como uno de los grandes impulsores del
método, habiendo sido un profesional de sólida trayectoria en el campo de la
investigación, docente universitario, cofundador de la Sociedad Argentina de
Acupuntura e internacionalmente reconocido como especialista en el tratamiento
del dolor.
Su libro, publicado por Editorial Kier, pone la antigua
terapéutica china al alcance del médico práctico.